La pata de jamón ibérico es uno de los productos más icónicos de la gastronomía española y un auténtico símbolo de tradición, sabor y calidad. Este manjar ha conquistado paladares en todo el mundo gracias a su inconfundible aroma, textura y sabor único. Pero, ¿sabes cómo cortar correctamente una pata de jamón? En César Nieto Group te enseñamos la mejor técnica para degustar como se merece de un jamón ibérico.
¿Qué es la pata de jamón ibérico?
La pata de jamón es la pieza completa de jamón que incluye el hueso, la carne y la grasa, todo curado de manera artesanal en secaderos naturales. Esta curación es lo que da al jamón su sabor inigualable. La pata de jamón es muy apreciada tanto por su valor culinario como por ser una pieza que decora mesas en ocasiones especiales.
La pata de jamón de César Nieto procede de cerdos de raza ibérica, que son alimentados principalmente con bellotas en su etapa de engorde. Se distingue por su sabor más intenso, su textura jugosa y su alto contenido de grasas saludables. Nuestro jamón ibérico de bellota es el más exclusivo, ya que los cerdos se crían en libertad y se alimentan casi exclusivamente de bellotas.
Cómo cortar una pata de jamón
Cortar una pata de jamón es un arte que requiere práctica, paciencia y, sobre todo, los utensilios correctos. Un buen corte resalta el sabor y la textura del jamón y también garantiza el máximo aprovechamiento de la pieza. Para ello necesitarás un jamonero, un cuchillo jamonero y otro deshuesador.
Colocar la pata de jamón en el jamonero
Primero, coloca la pata de jamón en el jamonero con seguridad. La forma en que la coloques depende de cuánto tiempo planeas tardar en consumirla. Normalmente, si lo vas a consumir rápidamente, debes colocar la parte más ancha y carnosa hacia arriba. Mientras que si planeas tardar más en consumirlo debes ponerlo al revés.
Limpiar la pata de jamón
Antes de empezar a cortar, es necesario retirar la piel y la grasa exterior para evitar que las lonchas tengan un sabor demasiado fuerte o rancio. Con el cuchillo deshuesador retira la corteza y haz cortes en la piel exterior dura hasta exponer la carne. Después, retira parte de la grasa amarilla, ya que están más oxidadas y pueden afectar el sabor.
Por último, deja una capa fina de grasa blanca. En este punto, no debes eliminar toda la grasa, ya que esta aporta jugosidad y sabor a cada loncha.
Iniciar el Corte
Corta el jamón en lonchas finas. Para ello, usa el cuchillo jamonero largo y flexible y comienza el corte de las lonchas, que deben ser finas y pequeñas, de unos 5-6 centímetros de largo, casi transparentes. Deben salir suaves y sin romperse.
Por otro lado, también puedes cortar lo más paralelo posible a la superficie del jamón para obtener lonchas uniformes. De esta manera, vas avanzando por capas desde la parte superior hacia abajo. En este punto, el cuchillo debe deslizarse suavemente y evitar serrar, ya que podrías romper las lonchas o cortar de forma desigual.
Aprovecha las diferentes partes del jamón
La pata de jamón tiene diferentes zonas con texturas y sabores variados. Conoce cada una para aprovecharla al máximo:
- La maza: Es la parte más jugosa y tierna del jamón, con un alto contenido de grasa infiltrada. Esta es la parte ideal para las primeras lonchas si buscas sabor intenso.
- La babilla: Tiene menos grasa, por lo que las lonchas de esta zona son más magras y tienden a ser un poco más secas.
- El jarrete: La parte inferior de la pata, cerca de la caña, tiene una carne más dura y fibrosa. Aunque es más complicada de cortar en lonchas finas, es perfecta para taquitos de jamón que se pueden utilizar en guisos o ensaladas.
Perfilar el hueso
A medida que te acerques al hueso, usa el cuchillo deshuesador para hacer cortes precisos alrededor del hueso y poder sacar toda la carne que queda. No desperdicies las zonas cercanas al hueso, ya que tienen un sabor muy concentrado. Si te queda carne pegada al hueso, puedes usarla para hacer caldo o para cocinar.
Conservación
Una vez que hayas terminado de cortar, asegúrate de cubrir la parte expuesta de la pata con una capa de grasa que hayas retirado previamente o con un paño de algodón limpio. Esto ayuda a mantener la carne jugosa y evitar que se seque.
Te aconsejamos guardar la pata de jamón ibérico en un lugar fresco, seco y alejado de la luz directa del sol. No es recomendable refrigerarla, ya que el frío afecta la textura y el sabor del jamón.
En definitiva, cortar una pata de jamón ibérico correctamente es fundamental para disfrutar plenamente de su sabor y textura. Con los utensilios adecuados, un poco de paciencia y técnica, podrás aprovechar al máximo este manjar y servir lonchas perfectas para cualquier ocasión. ¡Visita nuestra tienda de César Nieto y disfruta de un buen jamón ibérico y de calidad!